...La esperaba en aquel banco, porque acordamos ver el ocaso.
Ante tantos dias de ausencia, decidí ir a su casa y ver lo que ocurria.
Sus ojos le brillaban, cual dos unicas estrellas alumbraban el firmamento. Senti pavor, jamás la habia visto asi, y tenia curiosidad de saber que le pasaba, pero antes de emitir palabras, me dijo:
-Me llamó, hace una semana...en la madrugada, me dijo que ya viene y que me extraña...
Se puso a dar vueltas en la casa.
Mientras que mi rostro, era semejante al cielo, cuando se está cuajando una tempestad, estaba feliz por ella, pero cúan desdichado me sentía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario