Me conozco
Cada ser humano es dotado de atributos a los que llamamos defectos y virtudes, en contraste con el devenir de los tiempos.
En muchas ocasiones, somos descritos superficialmente con inmensas cualidades que hasta desconocíamos, y a veces, hasta nos agrada, reafirmando con el don del silencio.
En verdad, lo que proyectamos consciente o inconscientemente es lo que queremos, y hasta nos engañamos formando una identidad para la sociedad, escondiéndonos tras una máscara.
¿Hasta qué punto nos aceptamos y somos honestos con nosotros mismos y los demás?
Publicado el 6 de febrero del 2008, en el periodico El Caribe
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